Fórmula 1 : El coche que no queremos ver en acción

Ya rugen los motores en Melbourne, Australia, en el primer Gran Premio de la temporada, y entre los muchos preparativos, Mercedes-AMG incluye los coches Safety Car y el coche médico, un imponente C63 AMG Estate que nos es tan popular como el SLS.

El “Medical Car” lo pilota Alan van de Merwe (31, Sudáfrica), y su copiloto es el Dr. Gary Hartstein (56, Bélgica) oficial de la FIA y Director Médico para los Grandes Premios, mientras que en las dos plazas traseras van sentados otros dos médicos expertos. Como es lógico, los cuatro asientos son de tipo bacquet con cinturones de seguridad de seis puntos, y en su interior hay dos monitores integrados en la consola central para que puedan seguir la carrera… Porque durante la carrera deben estar dentro del coche, sentados y alerta. Además, el coche está permanente comunicado por radio con Dirección de Carrera para salir a pista en el instante en el que sea preciso.
En la parte trasera hay mucho espacio, pero no libre, porque hay un desfibrilador y un aparato de respiración asistida entre otras muchas cosas. La F1 recurre al C63 AMG Estate como coche médico por cuarto año consecutivo. No es un coche de competición, pero su nivel de prestaciones debe ser muy alto, porque de ello depende la velocidad con la que llegue el médico al lugar del accidente para atender de la forma más rápida posible a un piloto de Fórmula 1 herido. De hecho, una de sus misiones es seguir a los monoplazas en la primera vuelta de carrera, un momento crítico de la competición que exige la mayor atención para acudir en ayuda de los pilotos. La versión actual del C63 AMG Estate incluye el capó de aluminio con dos pronunciados abombamientos que esconden parte de la admisión y también son nuevos la parrilla, los faros y el faldón trasero, que como no podía ser de otro modo, lo firma AMG.

Las prestaciones están más que aseguradas por medio del motor V8 preparado por AMG, que gracias a sus 6,3 litros ofrece 487 CV a 6.800 rpm, sin duda, potencia más que suficiente para que el médico llegue a tiempo a sus urgencias… Este mismo motor, en la unidad de serie rinde 457 CV, que tampoco está mal, pero los magos de AMG han incluido el paquete de alto rendimiento, disponible para cualquier C63 AMG, con el que consigue una aceleración de 4,5 segundos en el cero a cien km/h. Para conseguirlo han recurrido a parte de la tecnología desarrollada para el SLS AMG, tales como los pistones forjados, bielas y cigüeñal aligerado. El paquete de alto rendimiento incluye también el colector de admisión variable y el sistema AMG de discos ventilados de carbono para los frenos en el tren delantero, muelles de suspensión específicos y unas brutales llantas AMG de aleación ligera de diecinueve pulgadas con neumáticos en 235/35 delante, y 255/30 detrás, aunque quizás lo más divertido, por su eficacia, sea el diferencial electrónico bloqueable con tres fases diferenciadas y con ESP. Porque si llueve, también el médico tiene que llegar a tiempo.