El poder de mi imaginación me hizo crear con las partículas del aire, en medio de una escena como si un tornado de colores me envolviera, como si me estuviera convirtiendo en Super Saiyan maquillado como una prostituta de poca monta, una Gatling disparadora de M320 que a su vez, disparaban otros M320, que a su vez disparaban otros M320 y así sin parar llegando a un límite matemático complejo que tiende a infinito positivo. Con mi nueva arma montada e ignorando las matemáticas, decidí apretar el gatillo alterando el orden espacio-temporal creando un agujero blanco, lleno de luz, cegera y lanzagranadas M320 a modo de partículas. 7 meses de cibermendicidad por la más absoluta nada más tarde, aterricé en la luna proclamándome el primer hámster que había pisado la arenosa superficie de la luna sin haber pisado antes la Tierra.